Anoche fue un buen día para que
el barsa luciera la camiseta negra, en claro homenaje al antiguo uniforme
arbitral, tal vez en agradecimiento a las continuas ayudas arbitrales…
Anoche que jugaron contra un
equipo con un planteamiento muy valiente que anuló completamente la creación de
juego de Xavi e Iniesta y por lo tanto el gran Messi estuvo desaparecido toda
la noche. Hubo ocasiones de peligro tanto en una como en otra portería, pero
con mucha fortuna la del gol de Francisco Fábregas, para mí, empate justo en El
Cornellà. No hay que ser un genio para darse cuenta que fuera de casa el barsa
sufre y mucho si le pones un equipo de musculo, que cuando hay que defender se
defiende y cuando se roba por la presión y asfixia se corre y se intenta, que
alguna entrará. Lo cierto es que fuera del campo nuevo se han dejado ya estos culés
11 puntos, hasta hoy han conseguido las mismas victorias que el Betis, su
máxima estrella tan solo ha conseguido anotar un gol y salvo el partido del
Bernabeu el resultado más favorable al farsa es el de 0 a 1, ante Sporting y
Granada y sufriendo mucho. Para mí esos son datos preocupantes, de ahí el luto culé.
La afición y los medios de la
caverna butifarrera se agarran al penalti no pitado en el minuto 91, pero
directiva y cuerpo técnico callan, porque saben que no se le puede achacar el
mal resultado de ayer a una jugada esporádica, que en caso de haberse visto y
señalizado el gran Messi debería haberla materializado, ya que también puede
fallar penaltis, como ya ocurrió contra el Sevilla. Pero el fanatismo de los
seguidores les impide ver que durante todo el partido se cometieron errores
arbitrales a favor del barsa, la más clamorosa es un forcejeo sin más dentro
del área de Valdés entre Puyol y un jugador perico en el que el defensa
azulgrana se cae al suelo y que el colegiado pita como “peligro” (palabras
textuales de los narradores del plus, que son más del farsa que Gamper) ya que
hubiera significado un clarísimo mano a mano entre el delantero del Espanyol y
el arquero culé.
Pero no hay que engañarse, no se trata de modestia, ni de caballerosidad, simplemente no pueden hablar de robo, cuando ellos bien saben que agrupando los errores arbitrales, ellos salen ganando y cuando se habla de ayudas arbitrales, son el número uno.